1 ago 2010

Mi purgatorio...

- Estoy algo confundida con el tema de tu ex, hace tiempo que no me hablas de ella y cuando lo haces estas tan…

- ¿Triste?

- No, bueno un poco sí, pero es un poco de tristeza con toques de optimismo, como si esperases volver algún día, ¿estoy en lo cierto?

- Bueno no te niego que ese pensamiento fue la cumbre, mi Everest en la vida futura durante un tiempo, pero ese ya no soy yo.

- ¿Y quién eres ahora?

- Tu amigo y vecino, Spider-Man.

- No me vaciles, intento tener una charla seria contigo.

- Discúlpame, me conoces desde que éramos niños, si no tuvieras un par de meses más que yo diría que eres mi madre. Así que sabes que el humor es la piedra angular de mis palabras.

- Lo sé, aunque solo es una pequeña parte de tu encanto, pero no te pases. Entonces, ¿Quién eres ahora?

- No lo sé, supongo que sigo siendo yo, solo que con el corazón roto, el espíritu cansado y el alma de vacaciones.

- Al menos sigues siendo tú, con un humor algo más negro, pero tú al fin y al cabo. Me encantaría organizarte una cita a ciegas y que conocieras a alguien, una amiga.

- Te lo agradezco, pero no funcionaria.

- ¿De verdad?, ¿Por qué?

- Bueno, digamos que es mi purgatorio; cita, cena, copas… nunca “estoy” realmente pero termino diciéndole lo guapa que es siempre. Porque es verdad, todas las mujeres lo sois de alguna forma, cada mujer tiene algo, una sonrisa, una curva… las mujeres sois increíbles, el trabajo de una vida. Y si funciona la cosa, a la mañana siguiente llega la resaca y me doy cuenta de que no estoy tan disponible como pensaba la noche anterior. Después se va y me quedo angustiado porque he perdido otro tren.

- Vaya, estoy impresionada, has dejado el humor a un lado por un instante y has dicho algo de verdad, con sentimiento.

- Si a veces hago cosas así, pero no se sabe cuando exactamente, tienes que estar atento o te lo puedes perder, soy como Muhammad Ali, vuelo como una mariposa y pico como una abeja. Aunque tú ya sabes cómo pico yo.

- Vaya, el momento de lucidez se ha desvanecido. Vuelve el abogado de nariz roja de payaso.

- Yo también te quiero.



Tenia ganas de escribir, un mes de ausencia, que largo ha sido y que variado aunque simple ha sido. No sabia que decir y no se como me siento, cual es mi situacion, asi que me decidi por plasmar en palabras escritas una conversacion surgida hace unos dias con una amiga. Gracias por estar ahi, a veces si y a veces no, pero es parte de tu encanto y se agradece. No podras leerlo, pero espero que basten mis actos de cariño para que sepas lo mucho que te quiero.


Amigos he vuelto, espero escribir un poco mas a menudo y no de mes en mes, espero que mis compañeros de viaje sigan mi ejemplo, echo mucho de menos leer vuestras tonterias, vuestras historias... vuestras almas, porque no decirlo. Aunque que diablos, echo mucho mas de menos veros.