23 dic 2011

Odiando ser humano Vol.2

¿Recordare como se escribía? ¿Podre decir algo que encoja algún corazón? Sinceramente, con que alguien en alguna parte esboce una pequeña sonrisa por volver a saber de este blog me daré por satisfecho. Ahora el problema es, ¿Sobre qué escribir? Nada ha acontecido en mi vida últimamente que requiera ser plasmado en este sitio y por otro lado hace más de un año que no escribo nada. Es decir, todo y nada. Blanco o negro. Así que simplemente me decantare por expresar lo primero que se me pase por los dedos.


Para empezar nos encontramos en esas fechas que duran un suspiro y que están en nuestra mente en cada bocanada de aire. Las navidades. Vacaciones consumistas por excelencia. Pero no seré un hipócrita, porque adoro los regalos, adoro comprar afecto con dinero y por encima de todo amo los dulces que brotan por doquier en cada esquina en estas fechas. Referencias bíblicas aquí y allá, no diré nada más de estas fiestas, pues para mí no son más que un motivo por el que alejarme del que ahora es mi hogar.


Hogar. ¿Que define tu hogar? Supongo que cada uno tendrá su punto de vista, su opinión y probablemente de forma objetiva obtengamos una respuesta diferente a todo esto. Pero para mí el hogar esta donde se halla la gente que te importa. Y en ese sentido mi alma está dividida en dos. Por un lado, la familia. Con sus imperfecciones, con su sentido del humor y, ¿por qué no decirlo?, con su sentido de la religión. Por otro lado, mis amigos y compañeros de viaje. Compañeros de autopista. Nunca me cansare de esa broma. Bueno, no tengo opción a cansarme de ninguna broma.


Compañeros, amigos, hermanos. Cualquiera sirve para definir a esos tres malabaristas de las palabras. Que arte tiene cada uno. Tantos talentos que, si bien muchos los envidiarían, aun no han tocado techo. Ni mucho menos. En unos años nos sentaremos en la cima del mundo con un puro en una mano, un buen whiskie en la otra y pasaremos buenos ratos contando batallas a cual mejor. Al menos es un bonito sueño. Y dentro de ese triangulo de genialidad me encuentro yo. Con un poco de cada uno, tratando de mejorar día a día y esforzándome por devolverles todo lo que han hecho por mí.


No me olvido de muchas otras personas que hacen de mi vida algo especial. Pero no tengo ni las palabras, ni el tiempo, ni la paciencia para poder nombrarlos a todos y a todas. No obstante soy una persona muy expresiva, la gente que me importa y es importante para mí lo sabe. Así que si no sabéis el aprecio que os tengo es, simplemente porque no os lo tengo. Pero si quiero hacer una mención especial para esa personita especial que me soporta casi a diario. Hablo de la princesa del traje verde.


Mucho he dicho ya de ella, mucho es lo que debería seguir diciendo, mucho es lo que no puedo decir. Empezare diciendo que, solo puedo y debo decir gracias por todo. Muchos son los fantasmas que me persiguen, profundas las tinieblas en las que me gusta enterrarme. Pero tu has sabido sortear todos los obstáculos y las minas que dejo tras de mí y abrazarme con la fuerza suficiente como para irradiar con esa extraña energía que te caracteriza y darle un soplo de aire fresco a este corazón unido a la fuerza, viejo y cansado. Es cierto lo que dicen, que si no fuera por ti esto no habría sido posible. No lo niego. Y es algo que me avergüenza y a la vez el mayor motivo de mi gratitud hacia ti, duendecilla. Pero aún quedan muchas páginas en blanco y tinta nos sobra.


Bueno, podría seguir divagando durante horas y horas. Escribir sobre los más absurdos acontecimientos del momento y empezar a destripándome sobre esta página. Pues no todo es bonito y feliz el trastero. Pero estamos en unas fechas muy bonitas y no quería volver por aquí a deprimiros. Además, la bruja mala del oeste hace ya tiempo que recogió su escoba y se fue a sodomizar con ella a otra parte. En la habitación que le tenía alquilada solo quedan cicatrices, así que no hay prisa para reflexionar sobre ellas. No se van a mover.


Siento no haber escrito más a menudo. Y siento que mis expresiones sean tan toscas. Mis dedos están oxidados. Pero echaba esto de menos. Lo necesitaba más bien.

“Buenos días, ¿por qué hay un monstruo en tu lugar?”

A todos fuck you por igual. A todos Felices Fiestas por igual.