Esta frase tan dura es obra del pensador Piotr Kropotkin. Acabo de leerla hace breves instantes y me ha hecho pensar en muchas cosas. Entre esas cosas sin duda mi pensamiento mas aterrador, por decirlo de alguna forma, es la mirada asesina que me mandaria mi abuela si supiese que soy ateo.
Y es que, amigos mios, estoy confirmado. De chaval iba todos los fines de semana a la iglesia, misa por las mañanas y catecismo por las tardes, sin falta. Camisa de botones, vaqueros, colonia y zapatos era algo asi como mi uniforme. La verdad que actualmente cuando recuerdo mis tiempos de catecismo busco en mi cuerpo alguna marca de donde hubiesen enchufado el cable de las peliculas de Matrix, porque recuerdo que habia dias en los que me creia todo lo que me decian alli. Aunque eso no significa que me gustase perder alli mi tiempo.
Y debo decir que si, durante un tiempo fui un buen cristiano, iba a misa y me creia todo lo que se decia en ese calzador de mesas, la Biblia. ¿Cuando me volvi ateo? No se con exactitud la fecha, pero hace ya algunos años que renegue de mi fe.
Esta historia es larga, y tiene varios epigrafes, ya que fue un año muy malo, pero simplemente os narrare un unico acontecimiento que me cambio la vida.
Tuve una profesora particular, su nombre es irrelevante, que era bastante joven y que me dio clases durante varios años con lo que se confirtio en profesora y gran amiga, casi como mi madre 3 horas al dia, no se, le tenia un cariño enorme. Uno de los primeros años se quedo embarazada, pero Dios creyo que no estaba preparada y sufrio un aborto que casi le cuesta la vida. Yo, bueno, me preocupe mucho, pero las explicaciones de mi familia a la pregunta "¿porque dios permite esto?" era siempre la misma, "los caminos de dios son inexcrutables", era un crio, ¡que mierda significaba eso!. Bueno, ella se recupero fisicamente, pero mentalmente, nunca lo confeso, pero yo sabia que ya no era lo mismo, al principio fue algo mas frio, luego la cosa mejoro, pero no era lo mismo sin lugar a dudas.
Y paso el tiempo y las cosas mejoraron en parte para ella, volvio a quedarse embarazada, de una niña. Era la mujer mas feliz del mundo. Pero una vez mas, "mi" Dios tenia otros planes. Esta vez tuvo a la niña, y los primeros dias todo fue genial, pero a la semana me dijeron que no podia ir a clases por un tiempo, yo no sabia que pasaba, queria respuestas. Y un dia, mi madre me lo dijo. Mi profesora tenia cancer, le quedaban semanas, tal vez un mes.
Por un momento me quede helado y no supe que decir, pero lo unico que recuerdo que recuerdo es que llore. Llore como nunca antes habia llorado. Finalmente la cosa fue peor de lo que los medicos presagiaban y ni siquiera pude despedirme, eso tambien dejo huella en mi corazon. Por eso no puedo creer en la existencia de ningun dios. Ningun ser, ni siquiera el mas despreciable, privaria a una persona de su hijo una vez para, al segundo intento, arrebatarle la vida. Cada vez que veia la carita de la niña se me hacia un nudo en la garganta y no podia dejar de ver su rostro en la carita de aquella niñita. Ahora su marido se la ha llevado con su familia, lejos de aqui y probablemente para cuando vuelvan ya no me recordara.
Podria seguir explicandoos el porque de mi ateismo, razones no me faltan, pero para probar la inexistencia de un "ser superior" a mi me basta con una triste desgracia.
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