Bye bye, Junio...

…Un mes más, un mes menos…

Pasan y pasan los días y yo sigo igual, estancado, como un escritor en horas bajas que busca desesperado un atisbo de inspiración que le ilumine el camino. Ahogado en vodka barato, apestando a sueños muertos y al humo de oportunidades que se marchan a la velocidad que vinieron. Supongo que es verdad eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, pero es más aun, cuando lo pierdes te das cuenta de por qué lo necesitas.

Sinceramente, si comerse la cabeza fuera sano yo sería inmortal. Pero eso no es lo que quiero, te echo de menos sí, me jode, me duele, me fastidia y me humilla reconocerlo, pero es así.

Sin embargo tú también has cometido errores. No sé si soy el hombre ideal para ti, ni si lo soy para nadie, pero creo que yo te podría haber hecho muy feliz.

Pero algún día te darás cuenta de tu error. Tal vez mañana, dentro de una semana o de unos años, quien sabe, tal vez nunca. Y ojala ese día llames a mi puerta y me pidas perdón. No sé lo que pasara, no sé si podre perdonarte o si llorare de alegría por tu regreso, porque llevo meses buscando razones para echarme la culpa y odiarme por lo que nos ha pasado, torturándome para que así todo me sea más fácil, pero no las encuentro, esto es absurdo.


Ahora quiero hacer un punto y aparte de todo este cumulo de miseria y auto consuelo.

Me gustaría resaltar que no todo es oscuro y negro en mi vida. Perder algo muy importante en mi vida me ha hecho darme cuenta de las cosas que de verdad no puedo dejar perder por encima de todas las cosas, los amigos. En especial a tres capullos que con verdades, palos, apoyo y soportarme muchas tonterías sin darme un guantazo han logrado levantarme.

Al “Rey Sahara” le agradezco ese cinismo único, ese humor negro tan peculiar que siempre me ha divertido, esa inteligencia que comparte con todos y que tanto me ha ayudado y ante todo esa paciencia para lo bueno y para lo malo que aunque sé que le cuesta ha mantenido en todo momento y que tanto he necesitado. Mención especial a su “Reina”, fuente inagotable de cariño y ternura cuyo apoyo también ha significado muchísimo para mí. Aunque de vez en cuando suelte verdades como templos, pero se la quiere igual.

“Uno de tantos” (Si lo de los motes no son mi fuerte), tu creo que mejor que nadie ha sabido comprenderme en mis malos momentos y quiero que sepas lo mucho que valoro tu apoyo, ese espiritu incansable que has sobrepuesto a tus propios deseos y con el que tanto me has ayudado, has sido un ejemplo de superación, de fuerza y coraje y sinceramente, ojala de mayor pueda ser la mitad de hombre que tu.

“Ebanista”, que decirte ya que tu no sepas. De los tres has sido el que más ha tragado, tal vez porque hayas tenido más paciencia o porque al primero y único que veía conectado eras tú, jeje. Es broma, sabes perfectamente los malos momentos que hemos vivido juntos, lo mucho que he agradecido siempre esa infinita paciencia y comprensión que siempre me has demostrado, pero siempre preferiré conservar los buenos momentos por encima de todo. Ya sabes, “they’ll never take the good years”.
Por cierto, te deseo lo mejor con ese ángel caído del cielo, querer soportar a gente como nosotros por estar contigo demuestra que, como tú dices, aunque no se las veamos, tiene alas.

Por todo eso y más, gracias amigos, que digo amigos, HERMANOS. De verdad y de corazón. En un viaje por autopista (Guiño a que “alguien” haga el chiste), no podría pedir mejor compañía.

SiMPlEmEnTE, gracias…


(Y por favor, no malinterpretar las muestras de amor y afecto expresadas en esta entrada, os quiero, pero sabéis que NO de ESA manera…)